Hace un año aproximadamente, cuando cursábamos 1º de Bachillerato, comenzamos con este proyecto. Éramos un grupo de 22 alumnos y alumnas que formamos un equipo para desarrollar un proyecto de aprendizaje-servicio. Nos unía querer ayudar en la integración de las personas migrantes y comenzamos esta aventura sin imaginar que nuestro pequeño granito de arena podría hacernos ganar el premio nacional de Inmigración y Convivencia 2020 por el proyecto “Pamplona, ciudad abierta”, otorgado por la Red Española de Aprendizaje-Servicio.
Desde su comienzo, el proyecto ha estado dividido en tres grandes fases: aprendizaje, acción y difusión. Comenzamos con un proceso de formación en migraciones y refugio donde estuvimos acompañados por nuestro profesor de Aprendizaje y Servicio, Josemari Aymerich, e Irene Beccarini, entonces novicia de la Sociedad del Sagrado Corazón. Para nosotros fue muy útil el material que nos proporcionó la ONG Alboan con su proyecto Change ya que con ellos aprendimos sobre las migraciones, el duelo migratorio y las sensaciones y sentimientos que van surgiendo en las personas que viven este proceso.
La segunda fase fue pasar a la acción, no queríamos quedarnos en la teoría y queríamos influir en nuestro entorno para lograr que, realmente, nuestra ciudad, Pamplona (Navarra) fuera un lugar de acogida. Para ello, comenzamos a sensibilizar al alumnado de nuestro colegio: concretamente a nuestros compañeros y compañeras de 1º de Bachillerato y al alumnado de 2º de la ESO. Con ellos quisimos que se pusieran en la piel de un migrante, se dieran cuenta de las dificultades, miedos y adversidades que tienen que pasar y generar empatía con ellos.
Nosotros no queríamos quedarnos solo en aprender teoría acerca de las migraciones o en impulsar una campaña de sensibilización en el colegio, queríamos dar un paso más y conocer de primera mano a esas personas migrantes que viven en nuestra ciudad. Nos pusimos en contacto con diferentes asociaciones, destacaremos especialmente al SEI (Servicio Socioeducativo Intercultural) pequeña organización que se acababa de mudar a pocos metros del colegio y que trabaja con adolescentes migrantes. Nuestro primer contacto con ellos fue acudir a una charla donde nos explicaron las actividades que realizaban semanalmente, nos contaron que cada viernes organizaban diferentes actividades dependiendo de los gustos de cada joven que forma la asociación. Nosotros, decidimos formar parte del grupo de deporte de los viernes, nos reuníamos en la sede del SEI y realizábamos diversos talleres relacionados con el deporte y los valores de trabajo en grupo. Las actividades iban variando, comenzamos con partidos de baloncesto, de fútbol y actividades variadas hasta terminar en una divertida fiesta de disfraces. Lo importante de estas actividades era irnos conociendo y tejer relaciones entre nosotros, ya que éramos personas muy diferentes, que habíamos tenido vidas muy diferentes pero que compartíamos las ganas de conocernos y aprender mutuamente.
Debido a la aparición del Covid-19 tuvimos que anular una fiesta que se iba a realizar en nuestro colegio junto a todos los jóvenes de la asociación SEI. A pesar de ello, seguimos teniendo contacto a través de redes sociales.
Todos los participantes en el proyecto “Pamplona, ciudad abierta” quedamos sorprendidos y agradecidos cuando nos informaron de que habíamos sido los ganadores del Premio nacional de Inmigración y Convivencia entre tantos participantes (se presentaron 330 proyectos). Sin haberlo previsto inicialmente, hemos iniciado una nueva fase del proyecto: la difusión. Desde noviembre de 2020 ha tenido una gran repercusión en medios de comunicación locales, nacionales e internacionales. Nos hizo especial ilusión el reconocimiento por parte del Vaticano que publicó la noticia en sus servicios informativos. Además, hemos podido contar personalmente nuestro proyecto a las máximas autoridades políticas de nuestra región, Navarra, incluida su presidenta María Chivite. El hecho de ver que nuestro pequeño proyecto y nuestro gran esfuerzo ha tenido su recompensa nos motiva a seguir con nuestra labor.
La emergencia sanitaria ante el Covid que sigue presente en nuestro país, no nos ha desanimado a seguir luchando por la integración y cooperación hacia las personas más vulnerables, es más, ha hecho que nos demos cuenta de lo afortunados que somos e intentemos que estas personas lo sientan de la misma manera. Continuaremos ayudando a estas organizaciones que tantos valores éticos y morales nos han brindado.
Testimonios de personas participantes en el proyecto:
“Este proyecto ha supuesto un aprendizaje, me he dado cuenta de que he recibido mucho más
de lo que he podido dar yo. Además, me parece super bonito y super admirable que ellos,
aun habiendo tenido que pasar por situaciones y circunstancias horribles, siempre tienen una
sonrisa en la cara, ganas de comerse el mundo y desarrollar un nuevo futuro para ellos.”
-Leyre Arcega, alumna de 2º Bachillerato del colegio Sagrado Corazón Pamplona FESB
“El SEI hace los sábados salidas al monte, y un día decidí ir con ellos. Me sentí muy
acogida y aceptada por todos, y me sorprendió ese sentimiento, ya que en teoría
éramos nosotras las que les teníamos que acoger. Me dí cuenta de que en realidad todos
somos iguales, y que si la sociedad de aquí fuera como las personas que conocí ese día,
la inmigración dejaría de ser un problema.”
-Maite Cía. Alumna de 2º Bachillerato del colegio Sagrado Corazón Pamplona FESB.
“Esta última fase nos sirve para que la gente se empape de nuestras ganas y
entusiasmo y consigamos que Pamplona sea realmente una ciudad abierta”
-Carmen Marcelino. Alumna de 2º Bachillerato del colegio Sagrado Corazón Pamplona FESB.
“Me quedo con su forma de ver la vida y con la alegría que tienen y aportan. Creo que tenemos mucho que aprender de ellos.”
-Maite Cía. Alumna de 2º Bachillerato del colegio Sagrado Corazón Pamplona FESB.
“Ha sido un curso muy chulo en el SEI porque hemos podido organizar las actividades con
alumnas del Sagrado Corazón que han hecho del espacio de participación, un espacio para la integración”.
-Flor, premonitora del SEI
“Con Pamplona, ciudad abierta, el encuentro con las personas migrantes ha servido para
acoger al que viene de fuera y derribar muchos prejuicios”.
-Josemari Aymerich, coordinador de proyectos de aprendizaje-servicio del colegio Sagrado Corazón Pamplona FESB.
Maite Cía
Leyre Arcega
Carmen Marcelino
Alumnas de 2º de Bachillerato
Sagrado Corazón Pamplona FESB
20 diciembre 2020