El multilateralismo es el mayor desafío de nuestro mundo actual. Durante el 75a sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en septiembre de 2020, una demanda de cooperación mundial instó a todos los líderes mundiales a trabajar juntos para hacer frente a los desafíos mundiales:
La pandemia no es el único problema al que se enfrenta el mundo. El racismo, la intolerancia, la desigualdad, el cambio climático, la pobreza, el hambre, los conflictos armados y otros males [que] siguen siendo desafíos mundiales. Esos desafíos exhortan a la acción mundial, y el 75º período de sesiones de la Asamblea General es una oportunidad decisiva para que todos se reúnan y tracen un rumbo para el futuro. [Traducción libre de lo que está escrito en la versión inglés de la misma página.]
La demanda de multilateralismo es también una súplica incesante de la sociedad civil. El llamado corresponde a los impactos negativos en la sociedad civil del aumento de los nacionalismos, el debilitamiento de las democracias, la falta de voluntad política y la falta de respeto por los derechos humanos; todo ello en un momento crítico para la supervivencia de la humanidad. Rita Pinto (IND) y Sheila Smith (Representante a la ONU-ONG) escucharon el incesante grito de la colaboración mientras asistían a algunos de los eventos virtuales que formaban parte de la 75ª Asamblea General de la ONU.
Rita Pinto rscj nos informa que el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, en su discurso de apertura dijo que "este año es crítico en la vida de nuestra Organización". Suplicó a las naciones que encontraran formas más inclusivas y concretas de trabajar juntos ahora, en el período de recuperación post-pandémica y en el futuro. Guterres llamó a los países a un cambio transformador y a una mayor voluntad política. [Haga clic aquí para leer el discurso de apertura, pronunciado en inglés.]
Sheila Smith rscj eñala que el Jefe de Estado del Vaticano, el Papa Francisco también se dirigió a la Asamblea General. Su mensaje se pareció en contenido y fuerza al mensaje de Gutteres, llamando a los líderes a elegir la solidaridad como el camino hacia la justicia, la paz y la unidad:
Nos enfrentamos, pues, a la elección entre uno de los dos caminos posibles: uno conduce al fortalecimiento del multilateralismo, expresión de una renovada corresponsabilidad mundial, de una solidaridad fundamentada en la justicia y en el cumplimiento de la paz y de la unidad de la familia humana, proyecto de Dios sobre el mundo; el otro, da preferencia a las actitudes de autosuficiencia, nacionalismo, proteccionismo, individualismo y aislamiento, dejando afuera los más pobres, los más vulnerables, los habitantes de las periferias existenciales. Y ciertamente será perjudicial para la entera comunidad, causando autolesiones a todos. Y esto no debe prevalecer.
Al hablar de la actual pandemia mundial, el Papa Francisco continuó su súplica en favor de la práctica de la solidaridad,
… Renuevo el llamado a los responsables políticos y al sector privado a que tomen las medidas adecuadas para garantizar el acceso a las vacunas contra el COVID-19 y a las tecnologías esenciales necesarias para atender a los enfermos. Y si hay que privilegiar a alguien, que ése sea el más pobre, el más vulnerable, aquel que normalmente queda discriminado por no tener poder ni recursos económicos.
La crisis actual también nos ha demostrado que la solidaridad no puede ser una palabra o una promesa vacía.
[Haga clic aquí para leer el discurso completo del Papa Francisco ante la ONU el 25 de septiembre de 2020.]
La sociedad civil es una parte esencial del sistema de la ONU. De hecho, la Declaración Universal de los Derechos Humanos no empieza con "Nosotros los Gobiernos", sino que las primeras palabras son "Nosotros los Pueblos". El papel de la sociedad civil en la ONU es crucial. Estamos allí para obligar a nuestros gobiernos nacionales a cumplir las promesas que han hecho a sus pueblos como signatarios de las innumerables declaraciones, pactos y convenciones de derechos humanos de la ONU durante los últimos 75 años.
Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil deben mostrar su propia credibilidad. Esto significa que no podemos hacer responsables de manera convincente a nuestros gobiernos si nosotros mismos no tenemos voluntad política o no somos testigos de la colaboración y la transformación. Al Ser Artesanas de la Esperanza en Nuestro Mundo Bendecido y Roto, la Familia del Sagrado Corazón se compromete a ser y actuar como Un Solo Cuerpo y a trabajar juntos para integrar nuestras aspiraciones con la transformación personal, comunitaria y sistémica. Las Comunidades de Práctica Transformadora (CTP) son una forma de reunirnos a nivel mundial en nuestros valores y pasiones comunes compartidos para hacer nuestra parte para influir en la transformación de los sistemas mundiales. Nuestro objetivo es ayudar a realizar la misión del amor de Dios en nuestro mundo bendecido y roto.
Conjuntamente con otras organizaciones religiosas, el Sagrado Corazón de la ONU firmó una declaración dirigida a la ONU llamada Una Visión Basada en la Fe para la ONU a los 75 años y Más Allá. [Haga clic aquí para leer el documento.]
Para terminar, Faith Speaks to UN75 (La fe habla a la ONU 75) es un vídeo que muestra algunos de los grupos de fe con los que el Sagrado Corazón colabora en la ONU. [Haga clic aquí para ver el video.]
Sheila Smith rscj
Representante, ONU-ONG