Más de 2000 mujeres y niñas indígenas han desaparecido o han sido asesinadas en Canadá en los últimos 30 años. Conozco varias familias que han sido afectadas directamente por esta realidad. Es cierto que en Canadá muchos casos reportados de mujeres y niñas indígenas desaparecidas o asesinadas no han sido investigados adecuadamente. Con frecuencia, las investigaciones sobre informes de mujeres y niñas indígenas desaparecidas y asesinadas no se completan, la policía las desatiende o las archiva como no sospechosas. Sin embargo, las mujeres que han sobrevivido y las familias de las personas desaparecidas o asesinadas lo experimentan de manera diferente y no lo pueden olvidar.
En los últimos años, las historias de mujeres y niñas indígenas desaparecidas y asesinadas han sido respaldadas por evidencia que demuestra que las mujeres y niñas indígenas en Canadá tienen:
- 12 veces más probabilidades de desaparecer que cualquier otro grupo demográfico;
- 16 veces más probabilidades de morir o desaparecer que las mujeres blancas;
- representan casi el 25 por ciento de todos los homicidios de mujeres en Canadá entre 2001 y 2015.
(Reclamando el poder y el lugar. Informe final de la investigación nacional sobre mujeres y niñas Indigenas desaparecidas y asesinadas en Canadá, junio de 2019)
Hace siete años, Christi Belcourt, una mujer indígena y artista visual comunitaria, fundó Walking With Our Sisters (Caminando con nuestras hermanas) (http://walkingwithoursisters.ca/). Muchos se unieron entonces cuando Christi compartió su sueño de crear conciencia a través del arte sobre el problema de las mujeres y niñas indígenas desaparecidas y asesinadas en Canadá. Se invitó a estas familias a participar mediante el reborde de lengüetas (decorando la parte superior de los mocasines) para recordar a sus queridas hermanas, madres e hijas desaparecidas o asesinadas.
Se recolectaron dos mil pares de lengüetas para crear la composición de arte conmemorativa de Walking With Our Sisters, que se convirtió en algo más que una exhibición de arte a medida que viajaba por Canadá para crear conciencia. Walking With Our Sisters generó comunidades solidarias en todo Canadá y más allá. Inspiró el trabajo en curso para poner fin a todas las formas de violencia que afectan desproporcionadamente a las mujeres, las niñas y los "two-spirited" (con dos espíritus - genero diverso).
En agosto del 2019, participé con 100 voluntarios en las ceremonias de clausura de Walking With Our Sisters. El evento fue organizado y dirigido por las Mujeres del Río de la Nación Metis en Batoche. Junto con otras mujeres indígenas y no indígenas, trabajé en la Tienda de Asesoramiento y Bienestar. Estuvimos allí para apoyar a las familias que vinieron a recordar y honrar a sus hermanas, hijas y madres desaparecidas o asesinadas.
Me siento humilde, honrada y agradecida de haber formado parte de Walking With Our Sisters. Como RSCJ, estamos convencidas de que: “Una ética del cuidado es fundamental en la JPIC. No sólo es una fuente de esperanza e inspiración, sino que es el imperativo moral de todas nuestras acciones para la JPIC. Nuestros valores fundamentales de compasión, relación y transformación traen consigo la ética del cuidado de la vida.” (Ser artesanas de la esperanza en nuestro mundo bendecido y roto). Esta convicción nos llama hoy, como lo hicieron nuestras hermanas antes que nosotras, a practicar la dignidad humana y unirnos a los demás en el trabajo de amarnos y respetarnos donde sea que nos encontremos.
Sheila Smith rscj