"Impulsados e impulsadas por nuestro carisma y misión como educadores y educadoras del Sagrado Corazón para vivificar la esperanza, nuestro mundo herido, somos llamados y llamadas a ser solidarios y solidarias con “las personas en movimiento”. Es decir, estar cerca de su realidad y ofrecerles espacios hospitalarios donde puedan ser acompañados y acompañadas, escuchados y escuchadas y equipados y equipadas con la información y las herramientas que les permitan vivir una vida más pacífica y productiva. "
(Artesanas de Esperanza, p.23)
Compartimos un testimonio de Elena Guzmán rscj, quien ha estado trabajando y ayudando a los migrantes en Santa María del Águila, España:
Vivimos en la Provincia de Almería, que está en la costa sur de España. El pueblo donde vivimos, Santa María del Águila, recibe un número muy grande de inmigrantes, procedentes del norte de África, un tanto por ciento elevado viene de Marruecos y del sur del Sahara. La razón de que acudan tantos es que Almería tiene una extensión enorme de “invernaderos,” donde se cultivan las verduras, que proveen a los mercados de Europa. Las personas venidas de fuera encuentran trabajo seguro en dichos invernaderos; podemos decir que la producción del campo almeriense la llevan a cabo los inmigrantes. Su trabajo se les paga por debajo de lo que sería justo, pero, en todo caso, mucho más de lo que ganarían en sus países de origen.
Además, igual que los españoles, disfrutan, de la Sanidad y la Educación gratuitas, dos cosas para ellos importantísimas. Nuestro alumnado es mayoritariamente masculino. También mayoritariamente son jóvenes solteros que viven en grupos, cada vez más hacen reagrupación familiar, incluso se trasladan a España en familia. La mayor precariedad de todos ellos es la vivienda. Con frecuencia alquilan garajes, en los que cabrían uno o dos coches y viven grupos de 6 a 8 solteros o dos o tres familias; en ocasiones arman chabolas junto a los invernaderos en los que trabajan, pero sufren desalojos por parte de la policía. El 97% de los inmigrantes practican el Islam, solo un 3% son cristianos.
NUESTRA MISION:
Somos 4 religiosas que vivimos en un pueblo pequeño en el que un 60% son inmigrantes. Tenemos un despacho donde acuden para cualquier tipo de gestión, asesoramiento o información y 4 aulas para, agrupados por niveles de conocimiento, enseñarles español dos horas a la semana a cada grupo.
Mi misión es, vivir en comunidad con tres compañeras, dos RSCJ y una de otra Congregación, "La Retraite”, que temporalmente quiere hacer un servicio a la población inmigrante. Mi misión es también acoger cordialmente a los emigrantes y darles clase de español.
¿QUÉ ME DA ESPERANZA?:
Me da esperanza la seriedad con que los chicos, después de una jornada de trabajo duro, acuden a recibir clase de español. Significa que comprenden que su horizonte debe ser integrarse en la sociedad en la que viven.
ME EMOCIONA:
Contemplar la camaradería que existe entre los marroquís y los subsaharianos, siendo de raza y cultura muy distintas. Me emociona también, escucharles que es en nuestro centro “BANTABA” donde se sienten mejor acogidos y queridos personalmente.
También me resulta admirable compartir nuestro trabajo con jóvenes españoles voluntarios.
Elena Guzmán rscj
Provincia de España