“En una dolorosa mezcla de esperanza y desesperación, innumerables personas arriesgan sus vidas
para escapar de la guerra y de conflictos, de la pobreza y de los desastres naturales.
Las rutas migratorias existentes, los llevan, desafortunadamente, a experiencias
angustiantes que los llevan lejos de sus sueños y esperanzas”.
(Ser artesanas de esperanza, p. 22)
Oujda es una ciudad Marroquí en la frontera con Argelia y es un último centro de tránsito para los migrantes que buscan cruzar el Mediterráneo. Este último cruce fronterizo africano, entre Argelia y Marruecos, es peligroso y angustiante, y muchos migrantes, después de largos meses de viaje por el desierto del Sahara, llegan a Oujda en muy malas condiciones psicológica y de salud.
Las dos RSCJ en Oujda responden al imperativo 4 de Ser Artesanas de la Esperanza “[siendo] solidarias con las personas en movimiento”. […Ofreciéndoles] espacios de acogida donde son acompañados, escuchados y cuentan con información y capacidades que les permitan vivir una vida más tranquila y productiva”.
Las RSCJ ofrecen su apoyo dentro de las instalaciones de la iglesia de Oujda, donde acogen a los migrantes que acaban de cruzar la frontera y tienen que recuperar fuerzas; migrantes gravemente heridos o enfermos; menores migrantes; y / o migrantes en tránsito mientras esperan regresar voluntariamente a sus países de origen. La iglesia es un lugar de acogida, protección y acompañamiento. Las RSCJ apoyan a migrantes cuando les realizan cirugías médicas, buscan alojamiento durante su convalecencia y atienden sus terapias médicas; ayudan en la orientación a los menores migrantes para que se inscriban en la formación profesional y brindando ayudas económicas para la compra de material educativo; y coordinación con la agencia de la OIM relacionada con las Naciones Unidas en el retorno voluntario de los migrantes.