Adviento 2021 Oración- Guía de Reflexión 2
Lavarse los Pies Unos a Otros

 

Recorriendo el Camino:

En el año 2014, en el primer Congreso Internacional de Turismo y Peregrinación, la ONU publicó un estudio que mostró
que uno de cada tres turistas en todo el mundo era un peregrino, un total de alrededor de 330 millones de personas al
año. Esta cifra incluye alrededor de un cuarto de millón de peregrinos que recorrieron el Camino a Santiago de
Compostela, 30 millones que viajan a Tirupati en India, 20 millones a Nuestra Señora de Guadalupe en México, 15
millones que van a Karbala en Irak, 4 millones a Lourdes y unos 3 millones a La Meca. Siete años después, Covid-19
ha afectado este viaje de peregrinos para garantizar un espacio seguro tanto para los peregrinos como para los
residentes de los centros de peregrinación. Sin embargo, persiste el deseo espiritual o religioso de peregrinar.
La espera para poner un pie en el camino se ha vuelto aún más fuerte.

Durante estos días hemos viajado con la Sagrada Familia caminando desde Nazaret hasta el pesebre en Belén donde nacerá Jesús. El Adviento tiene su propio tipo de peregrinaje interior. Puede ofrecernos algo de sabiduría sobre cómo hacemos este viaje mientras caminamos junto con otros.

Prepara un lugar donde poder sentirse cómodo para estar presente ante la Presencia –

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu, en esta Presencia comienzas tu viaje. En este viaje creces en la capacidad de estar presente en el momento actual. “Dios no nos pide la perfección del mañana ni siquiera el de esta noche, sino el del momento presente”. -St. Magdalena Sofía Barat

Un regalo para pedirle a Dios

Pide la gracia de confiar en el camino como María y José al emprender esta semana tu peregrinaje interior.
"Cuando comienzas a caminar por el camino, aparece el camino". –Rumi.
“Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación.” (Isaías 52:7)

1. Lavarse los pies - Haga clic aquí para ver el video

Tus pies son los primeros en tocar el suelo. Para recorrer el camino, cuidas tus pies. Limpia el polvo que se ha acumulado con el tiempo en recuerdos, prejuicios, ira, falta de perdón. Después de que te laves los pies, estarán listos para entrar en tu "espacio sagrado de oración". “Dentro de ti hay un espacio divino interior. Busca lo que hay en él. Conoce lo Divino dentro de ti.” (Chand Up. 8.1.1)

En Adviento, camina con atención dentro del espacio de ti mismo, tu espacio divino camina, mira a tu alrededor, asimila todo lo que ves, solo observa, no hagas nada, no juzgues, no cambies nada. Has comenzado a abrir un camino para el Señor en tu propio corazón y "todos verán la salvación de Dios.”

Lucas 3:1-6

“Oigan ese grito en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Las quebradas serán rellenadas
y los montes y cerros allanados. Lo torcido será enderezado, y serán suavizadas las asperezas de los caminos.
Todo mortal entonces verá la salvación de Dios.”

 

2. Lavar los pies a otro - Haga clic aquí para ver el video

Ahora que tienes un espacio en tu corazón, piensa en alguien a quien has querido invitar. Déjalo entrar tal y como es con su mochila. Tomas el tiempo que necesitas para lavarle los pies “que están cansados del viaje” (Capítulo 1994). Sigue invitando a la gente a tu espacio y lávales los pies. Este acto tuyo es incondicional.

En este Adviento, mientras lavas los pies de las personas a las que has invitado, estás lavando tus propios miedos, odios, celos y todo lo que sea un obstáculo para el amor. Al construir la comunión entre ustedes, también aligeran tu carga. Permitir que el Espíritu te transforme y siga haciendo espacio dentro de tu corazón.

¿Qué llevas que puedas soltar de este Adviento? ¿Qué te agobia innecesariamente? ¿Cómo aligerar la carga? Deja algo de espacio en su mochila para los dones de este tiempo: Esperanza, Paz, Alegría,
Amor.

Carta a los Filipenses 1: 8-11

“Pido que el amor crezca en ustedes junto con el conocimiento y la lucidez. Quisiera que saquen provecho
de cada cosa y cada circunstancia, para que lleguen puros e irreprochables al día de Cristo.”

 

3. Lavarse los pies unos a otros - Haga clic aquí para ver el video

El viaje hacia tu verdadero yo es el más largo. La gracia espiritual es el camino y ya es el final. Nuestro fin es el pesebre en Belén. Viajas con compañeros peregrinos, amigos, algunos extraños al principio, pero pronto te familiarizas porque el final del viaje es el mismo.

¿Qué les une en este viaje?

A veces, durante el viaje, te detienes, te sientas, buscas un rio, un grifo, un poco de agua y lavas los pies de los otros. Escucha tu propia historia y la de ellos. Mientras se lavan los pies, hablan de "las maravillas que el Señor ha obrado por ustedes y de hecho están contentos". Salmo 125. ¿Quiénes son tus compañeros de viaje este Adviento con los que cantas el salmo de hoy y coges fuerzas para viajar al misterio de la Encarnación esperando nacer de nuevo en nuestro mundo?

Palabras para el viaje

Señor del camino,
El camino que tengo ante mí puede parecer confuso
Ayúdame a confiar en que el camino
se esclarece caminando sobre él,
No solo, sino con muchos otros.

.

Termina esta semana de oración con un gesto de gratitud mientras continúas tu peregrinaje.

 

 

 

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^{Crédito de la foto: Hester Qiang}

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