El Convento del Sagrado Corazón (Nueva York) comparte su experiencia en la Conferencia Internacional de la Juventud (IYC) organizada por el personal de la ONU
Durante los dos días que asistimos a la conferencia de la ONU, estudiantes del Sagrado Corazón estudiamos nuestras ilusiones y sueños para mejorar el mundo en que vivimos. La conferencia se estructuró en seminarios individuales o mesas redondas sobre diversos temas relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. La diversidad de conversaciones nos permitió averiguar qué paneles parecían más atractivos para nuestros intereses específicos y descubrir los temas en los que tenemos un interés especial. Por ejemplo, debido al adelanto del Sagrado Corazón en la calle 91., en la mejora de la viabilidad y las prácticas sostenibles en nuestro colegio, el enfoque en la sostenibilidad era el seminario al que más nos interesaba asistir.
Mientras los panelistas hablaban, tanto del tema como de sí mismos y de cómo habían llegado a ese punto en la vida, tomamos notas no sólo de sus valiosas contribuciones al progreso de este mundo, sino también de sus consejos para nosotras, en nuestras vidas personales, para que hablemos claro, estemos orgullosas y defendamos aquello en lo que creemos. En consonancia con nuestros Objetivos del Sagrado Corazón, hicimos preguntas a los panelistas y conversamos con otros visitantes, porque las personas con las que uno interactúa son tan decisivas para el éxito como la propia información.
El punto culminante de nuestro fin de semana fue el "panel de redes", en el que Hawa Diallo, la directora de la conferencia, invirtió los papeles y nos puso como panelistas. Expresamos nuestro interés por alcanzar los ODS y compartimos lo que, como jóvenes, ya estamos haciendo en nuestras comunidades para contribuir a ese logro, por ejemplo, el programa Heart Saturday (Sábado de Corazón) en el que participamos varias de nosotras. Los asistentes del público nos hicieron preguntas sobre nuestro momento actual y nuestro futuro, sobre lo que esperamos conseguir y nos ofrecieron oportunidades para unirnos a esfuerzos liderados por jóvenes en espacios de la política y el activismo.
Durante este fin de semana, tanto individualmente como en grupo, nos inspiramos en la iniciativa de los panelistas para reflexionar en nuestras propias ideas. Lo que más me motivó fue el hilo conductor: la unidad. Muchos jóvenes de la ciudad hacen todo lo posible por ayudar a otros necesitados de la misma zona, pero no hay mucha comunicación entre los jóvenes de Nueva York para actividades relacionadas con el servicio. Unidos podemos lograr más cambios y crear oportunidades más fáciles para que los jóvenes se unan. Una asociación de servicio juvenil establecida sería inmensamente beneficiosa para que los jóvenes, especialmente los estudiantes de secundaria, se unieran, con un representante por centro, y se pusieran manos a la obra. Esta red de voluntarios organizados y dirigidos por jóvenes crearía así actos de mayor repercusiónt.
Como estudiantes del Sagrado Corazón, nos esforzamos por vivir cada día los objetivos y criterios, y a lo largo de la Conferencia de las Naciones Unidas (ONU), hemos aprendido mucho más sobre el poder que tenemos como mujeres jóvenes y jóvenes líderes para promulgar el cambio en correlación con los Objetivos del Sagrado Corazón, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y en gran medida, nuestros objetivos personales.
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